De aquí para allí

En esta ciudad donde vivo hay multiples oportunidades de morbo... me gusta salir de copas por las zonas de "pilinguis", pongo por caso. La mayoria son "freelancers" y no estan controladas por ninguna mafia. No es dificil contactar con ellas y tomar unas copas o ir a bailar (al contrario, ellas encantadas). Lo complicado es convencerlas para ir a su casa a terminar la noche. Suelen preferir el lujo de un hotel o la comodidad de la casa del "cliente". Desarrollar la suficiente capacidad de seduccion y persuasion con unas cuantas copas en el coleto, y ademas en chino, es un ejercicio sin duda interesante.

Viven en vecindarios truculentos, en una habitacion miserable de un piso compartido con otras colegas. Callejones estrechos, sorteando chatarra y bicicletas, verjas con cadenas, oscuras escaleras de madera que crujen a las cuatro de la madrugada. Siempre se abre alguna mirilla o aparece alguna vecina en el descansillo que alucina de ver un occidental por esos lares y de paso te da un susto de muerte. Esperar que de un momento a otro aparezcan dos chinos con un cuchillo y te operen en vivo para robarte un rinon (o los dos, ya puestos)... ah, que morbo.

Hay otros ocupantes en la casa durmiendo, no se puede hacer ruido ni encender las luces. Visita al bano comunitario, ropa sucia, lavadoras de antes del diluvio, botes semivacios de extranos productos para la higiene... o lo que sea. Rapido alivio de la vejiga preguntandote que hace un chico como tu en un sitio como este. Viaje de puntillas a traves de la oscuridad hasta la habitacion de la muchacha.

Ver toda la vida de una persona condensada en una habitacion en penumbra produce un sentimiento un poco triste, casi de ternura. Una maleta, algo de ropa, bisuteria barata, recuerdos de otras tierras y otros tiempos. Unas sabanas baratas, una cama dura, caricias sobre un cuerpo joven, susurros y suspiros en la madrugada. En fin.

En esta ciudad donde vivo hay multiples oportunidades de morbo... me gusta salir de copas por las zonas de "pilinguis", pongo por caso. La mayoria son "freelancers" y no estan controladas por ninguna mafia. No es dificil contactar con ellas y tomar unas copas o ir a bailar (al contrario, ellas encantadas). Lo complicado es convencerlas para ir a su casa a terminar la noche. Suelen preferir el lujo de un hotel o la comodidad de la casa del "cliente". Desarrollar la suficiente capacidad de seduccion y persuasion con unas cuantas copas en el coleto, y ademas en chino, es un ejercicio sin duda interesante.

Viven en vecindarios truculentos, en una habitacion miserable de un piso compartido con otras colegas. Callejones estrechos, sorteando chatarra y bicicletas, verjas con cadenas, oscuras escaleras de madera que crujen a las cuatro de la madrugada. Siempre se abre alguna mirilla o aparece alguna vecina en el descansillo que alucina de ver un occidental por esos lares y de paso te da un susto de muerte. Esperar que de un momento a otro aparezcan dos chinos con un cuchillo y te operen en vivo para robarte un rinon (o los dos, ya puestos)... ah, que morbo.

Hay otros ocupantes en la casa durmiendo, no se puede hacer ruido ni encender las luces. Visita al bano comunitario, ropa sucia, lavadoras de antes del diluvio, botes semivacios de extranos productos para la higiene... o lo que sea. Rapido alivio de la vejiga preguntandote que hace un chico como tu en un sitio como este. Viaje de puntillas a traves de la oscuridad hasta la habitacion de la muchacha.

Ver toda la vida de una persona condensada en una habitacion en penumbra produce un sentimiento un poco triste, casi de ternura. Una maleta, algo de ropa, bisuteria barata, recuerdos de otras tierras y otros tiempos. Unas sabanas baratas, una cama dura, caricias sobre un cuerpo joven, susurros y suspiros en la madrugada. En fin.

Hola a todos,

Mi mujer es de esas personas que nunca tiene un orgasmo haciendo el amor. Le gusta, pero no pasa de ahi. Con el tiempo aprendes que son muchas las mujeres que pasan por la misma experiencia.

Por ello, desde que nos casamos hace 26 años, siempre que hacemos el amor, (3-4 veces por semana) yo la masturbo. Normalmente con el "magico" dedo acariciando su clitoris. Las menos con la lengua. Pero hace unos anyos descrubimos las maravillas de los vibradores dobles (a pilas),(es como el microondas en la cocina). Ahora, el 95 % de las veces, quiere tener su orgasmo con el vibrador, pues dice que le gusta mas. Y yo tan contento, pues mujer satisfecha, macho satisfecho.

Un saludo

Que pensará de esto Manuel Fraga que en gloria esté.

Es lo que pasa por poner al frente un gay reprimido.